22.4.13

Sant Jordi


  Cada año, cuando llega el día de Sant Jordi, me imagino paseando por las calles de Barcelona. Corriendo de puesto en puesto, de autor en autor, de libro en libro. El día de Sant Jordi es uno de los días que más me gustaría vivir en Cataluña. La simple idea de tener un día la ciudad abarrotada de escritoras y escritores rodeados por sus lectores es envidiable, pero mejora cuando pienso que es la ciudad la que reclama a los autores, y no al contrario. Que la lectura sea el centro de atención de un día tan bonito como Sant Jordi es, francamente, maravilloso. Por eso aprovecho este post para recomendaros algunas lecturas ligeras.
  En este último año los libros de Nuria Roca han estado muy presentes en mis lecturas. He leído tres de los cuatro que ha publicado, dos co-escritos junto a Juan del Val. A falta de leer Para Ana (de tu muerto), os invito a leer sus novelas. Sexualmente, tiene un aire de autobiografía sexual que, sea o no verdad, os hará pasar unos ratos divertidos y picantes. Los caracoles no saben que son caracoles es una novela muy liviana pero intensa. Es un libro que recuerdo con cariño, fue el primer libro de Nuria Roca que leí, me pareció que estaba escrito con una delicadeza y un cariño tremendo, y acabé devorándolo en pocas horas. Lo inevitable del amor, la última novela publicada, tiene un hilo argumental tenso, que se desarrolla con una rapidez vibrante y sin dar tregua a quien lee para que deje de hacerlo.

  La periodista de El País, Luz Sánchez Mellado, me deleita cada sábado con su columna Portera de día. A falta de sábados, en su libro Estereotipas encontré una numerosa clasificación de mujeres, cada una con su breve historia. Desde la que se pinta los labios en el coche, hasta la que no da abasto entre los niños y el trabajo, pasando por la que hace lo imposible por entrar en el bikini del año anterior, todas las estereotipas de Mellado son mujeres de carne y hueso, con sus virtudes y sus defectos. Y ella los cuenta, con su estilo mordaz, tatuando en la cara de quien lee una sonrisa por página.
  Paula, de Isabel Allende, es el relato de los últimos días de vida de la protagonista e hija de la autora en un hospital madrileño. El repaso por la vida familiar de Allende, contado con la intención de hacerle recordar a su hija en un despertar que nunca llegó es una lectura dura, que todavía no he terminado.
  También ha habido, entre los libros que he leído, otros que no me han convencido. La vida iba en serio, del presentador Jorge Javier Vázquez, es un paseo por sus primeros años en Madrid, que termina siendo una reconciliación con su padre, muerto hace años. No me gustó el aire pesimista que tiene la novela. La elegancia del erizo, de Muriel Barbery es un libro que no he conseguido terminar. Cada página tengo que leerla hasta el hastío, y así me pasa, que me cansa, me aburre, y nunca lo termino.

  No puedo cerrar mi lista de recomendaciones sin mencionar dos libros más. ¡Mírame, tonto!, de la periodista Mariola Cubells, a la que entrevisté hace unos meses, fue el primer libro no infantil que leí en mi vida. Aunque ya tiene unos años, es un repaso por el lado oculto de la televisión, los engaños… más que interesante. En definitiva, la telebasura al descubierto. El segundo es Karicies.com, un libro escrito en catalán que aborda los temas afectivo-sexuales en la adolescencia. Está dividido en cinco partes: Prevención, Educación, Amor, Chicos, y chicas; cuenta con los comentarios de parte del alumnado de la autora, Rosa Sanchis, profesora de valenciano.
  Que tengáis un Sant Jordi lleno de letras y rosas. Y sí, yo también he leído Cincuenta Sombras… 

No hay comentarios: