La fotografía de Manu Brabo, ganador del
premio Pulitzer por la foto de un padre sosteniendo en brazos a su hijo muerto en la
guerra Siria, y la de un hombre en silla de ruedas con las piernas
amputadas tras las bombas en la maratón de Boston, han sido las imágenes protagonistas de la prensa internacional esta semana. Ambas fotografías reflejan la
brutalidad humana. La primera, la de las guerras; la segunda, la del
terrorismo. Es en este punto en el que muchos se plantean la
necesidad de que imágenes así sean publicadas.
¿De qué hablamos cuando hablamos de guerra, sino de muerte y destrucción? La imagen de Manu Brabo es el ejemplo perfecto de esa idea. Muestra lo que es un conflicto armado, más allá de los soldados, los tanques y las metralletas. El otro lado de la guerra: la muerte. El padre sosteniendo en brazos a su hijo, de pocos años, es un retrato desgarrador que evoca a la primera pietà de Miguel Ángel Buonarroti. El premio Pulitzer es un reconocimiento muy necesario al trabajo de los fotoperiodistas que arriesgan su vida por acercarnos las realidades de otros puntos del planeta. Por suerte, parece que cada vez tiene más reconocimiento su labor, con premios como los Pulitzer o los World Press Photo.
A la imagen ganadora del Pulitzer se le sumaba otra, cuya autoría desconozco, tomada en el doble atentado perpetrado en la maratón de Boston. La fotografía en la que se observa a un hombre joven en silla de ruedas con las piernas amputadas, tiene una crudeza explícita que ha provocado bastantes críticas. Si bien es cierto que la publicación de la imagen puede ser innecesaria, también es cierto que es una de las consecuencias del terrorismo. En mi opinión imágenes así deberían publicarse previo aviso al lector que quiera evitar su visionado.
¿Es precisa
la publicación de imágenes tan descarnadas en los medios de comunicación? Habrá
quienes piensen que es simple morbo, amarillismo. En parte pueden tener razón. Todo
depende del medio y del tratamiento informativo. Tampoco podemos girar la
mirada siempre ante estas situaciones. Están ahí, en el mundo que compartimos,
a más o menos kilómetros. ¿Realmente queremos seguir mirando a otro lado cuando
hablan de terrorismo y guerra? La publicación de estas imágenes que son simples espejos a
través de los cuales los fotoperiodistas reflejan la realidad debería servirnos
para reflexionar, no sólo sobre la necesidad de su publicación, también del
motivo por el que se han hecho públicas. Mientras la foto de una muerte en
Siria necesita ser galardonada para ser expuesta, el terror americano no.
¿Curioso, verdad?
¿De qué hablamos cuando hablamos de guerra, sino de muerte y destrucción? La imagen de Manu Brabo es el ejemplo perfecto de esa idea. Muestra lo que es un conflicto armado, más allá de los soldados, los tanques y las metralletas. El otro lado de la guerra: la muerte. El padre sosteniendo en brazos a su hijo, de pocos años, es un retrato desgarrador que evoca a la primera pietà de Miguel Ángel Buonarroti. El premio Pulitzer es un reconocimiento muy necesario al trabajo de los fotoperiodistas que arriesgan su vida por acercarnos las realidades de otros puntos del planeta. Por suerte, parece que cada vez tiene más reconocimiento su labor, con premios como los Pulitzer o los World Press Photo.
A la imagen ganadora del Pulitzer se le sumaba otra, cuya autoría desconozco, tomada en el doble atentado perpetrado en la maratón de Boston. La fotografía en la que se observa a un hombre joven en silla de ruedas con las piernas amputadas, tiene una crudeza explícita que ha provocado bastantes críticas. Si bien es cierto que la publicación de la imagen puede ser innecesaria, también es cierto que es una de las consecuencias del terrorismo. En mi opinión imágenes así deberían publicarse previo aviso al lector que quiera evitar su visionado.
2 comentarios:
De todas formas, son las fotos que nos llegan. Hay muchos lugares ensangrentados que importan prácticamente poco. Si en el mundo no pasasen cosas así, no habrían fotografías así.
Anónimo desde luego, si en el mundo no se vivieran situaciones así, estas fotos no serían posibles. Algo que, por supuesto, sería maravilloso. Gracias por comentar ;)
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